Las Moiras

    Existen tres Moiras asociadas, vestidas de blanco, engendradas cuando Érebo fecundó a la Noche, conocidas con los nombres de Cloto, Láquesis y Átropo. Esta última es la más menuda de tamaño, pero a la vez la más terrible.

    Se dice que Zeus, que valora las vidas de los hombres e informa a las Moiras sobre sus conclusiones, cambia de opinión e interviene para salvar a quien le place cuando el hilo de la vida, hilado en el huso de Cloto y medido con la vara de Láquesis, está a punto de ser cortado por las tijeras de Átropo. En realidad, los hombres piensan que hasta cierto punto pueden controlar su destino evitando peligros innecesarios. Los dioses más jóvenes, por tanto, se burlan de las Moiras y hay algunos que dicen que Apolo las emborrachó maliciosamente en una ocasión para salvar de la muerte a su amigo Admeto.

Art por Rucruc

    Por el contrario, otros sostienen que el propio Zeus está sujeto a las Moiras, como confesó una vez la sacerdotisa Pitia en un oráculo, simplemente porque ellas no han sido engendradas por él, sino que son hijas partogénicas de la Gran Diosa Necesidad, contra la cual no luchan ni siquiera los dioses, y que es llamada «el implacable Destino».

    En Delfos sólo se adora a dos Moiras, la del Nacimiento y la de la Muerte, y en Atenas a Afrodita Urania se la considera la de mayor edad de las tres.

    El equivalente romano de las Moiras son las Parcas.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario