Otro de los hijos de Helios fue Circe, considerada en algunos mitos helénicos como diosa del Amor maligno. Famosa por sus encantos y maleficios, se casó con el rey de los Sármatas, pero envenenó a su marido y se fue a vivir a la isla de Ea donde, tras servirse de ellos, convertía en animales a todos los náufragos que terminaban allí, humillándolos continuamente.
Odiseo llegó a la isla con sus compañeros y Circe transformó a éstos en puercos, salvándose el héroe gracias a cierta hierba que le había dado Hermes, pero que no impidió el embrujamiento, con lo cual Odiseo pasó todo un año en la isla junto a Circe, olvidando a su mujer y su patria. Finalmente, logró vencer el hechizo y retornó a la forma humana a sus compañeros. Odiseo logró marchar y la malévola Circe quedó despechada.
Se dice que de la unión de Circe y Odiseo nacieron varios hijos, algunas versiones hablan de uno, otras hablan de dos y otras hasta de tres. La versión más ajustada se refiere a dos: Telégono, un varón que en la mitología romana fundó la ciudad de Túsculo, y una mujer, Casífone.
Una leyenda posterior hace morir a Circe a manos de Telémaco, hijo de Odiseo.
Se dice que telemaco no hizo morir a circe sino a odiseo
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario, Claudia!
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